Ciudadanía

La ciudadanía es la condición de pertenencia de un individuo (ciudadano) a una sociedad o comunidad organizada.
Por lo tanto, la cualidad de ser ciudadano de un Estado consiste en un vínculo jurídico que une al individuo con el Estado y supone la obtención de una serie de obligaciones (como respetar las normas jurídicas y las normas de convivencia de esa sociedad) y derechos políticos (como el derecho de voto y otros derechos para participar en los asuntos del Estado).
La ciudadanía se adquiere, por norma general, con la mayoría de edad, momento en el que se considera que un individuo posee la capacidad y los conocimientos básicos sobre la sociedad como para cumplir debidamente con sus deberes y derechos.
Por otro lado, pueden existir casos excepcionales en los que se adquiere la condición de ciudadano mediante el matrimonio y el paso de varios años. Ahora bien, también habrá personas que pueden ser privadas o suspendidas de esta condición por diversas razones como condenas penales.
Es muy importante no confundir el concepto de ciudadanía con el de nacionalidad. Así, hay personas que aún teniendo la nacionalidad de un país no tienen la condición de ciudadano.
La nacionalidad vincula a todos los individuos con el Estado independientemente de que tengan o no los derechos políticos, a diferencia de la ciudadanía. Es decir, habrá personas que sean nacionales pero por diversas razones (edad, condenas penales...) no sean ciudadanos y no puedan ejercer los derechos como tal.
Explicación sencilla
La ciudadanía implica la pertenencia de una persona a una sociedad y la adquisición de derechos y responsabilidades. Se obtiene generalmente al alcanzar la mayoría de edad y se basa en el respeto a las normas jurídicas y de convivencia. Sin embargo, también existen casos excepcionales en los que se puede adquirir la ciudadanía a través del matrimonio y la residencia. Es importante no confundir ciudadanía con nacionalidad, ya que una persona puede tener la nacionalidad de un país pero no tener la condición de ciudadano y, por lo tanto, no poder ejercer los derechos políticos.
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